A
lo largo de la historia de Venezuela, son muchos los políticos que
migraron del mundo militar a ocupar la presidencia de la república.
Incluso, realmente lo correcto es decir que la excepción ha sido la
presencia en el poder por mucho tiempo de presidentes provenientes del
mundo civil. Con la Declaración de Independencia y luego de la cruenta
guerra, los héroes y caudillos de la liberación comenzaron a ocupar
papeles protagónicos en la reconstrucción del país y organización de las
instituciones de la república.
Con
sus diversos estilos y consecuencias para el desarrollo nacional
-algunas positivas, otras negativas, dependiendo de la perspectiva y
criterios de evaluación-, encontramos que la mayor parte del tiempo, los
militares han controlado el gobierno nacional. Si observamos la
historia republicana del país, en los 199 años desde 1811 hasta 2010,
Venezuela ha tenido 52 presidentes, de los cuales, 23 pertenecen al
mundo militar (44%). La cifra es mucho más impactante cuando observamos
el total de años que acumulan en el poder estos gobiernos. En los 199
años, un total de 118 (59%) han gobernado militares.
Antes
de 1915, nunca hubo un período mayor a 3 años seguidos de gobiernos
civiles. Siempre, tras la llegada de un gobierno civil, al poco tiempo
llegaba un nuevo gobierno militar, o continuaba el régimen de algún
caudillo que antes había gobernado. Es a partir de 1915 con la toma de
posesión de Victorino Márquez Bustillos hasta 1922 que un civil mantiene
la presidencia durante un tiempo mayor; con la única acotación que su
presidencia fue de carácter "provisional" y compartiendo su cargo con el
General Juan Vicente Gómez quien fue nombrado Comandante en Jefe del
Ejército Nacional, manteniendo el control administrativo del país
despachando desde Maracay.
Con
las elecciones de 1948, donde Rómulo Gallegos queda electo, inician las
primeras bases para la construcción de proyectos civiles de gobierno.
El mismo se consolidaría con la caída de Marcos Pérez Jiménez y la
elección de Rómulo Betancourt en 1959, momento a partir del cual,
Venezuela logró acumular 40 años consecutivos de presidencias lideradas
por individuos no provenientes del mundo militar. Esta secuencia,
inédita en la historia, culminó en 1999 con la llegada de Hugo Chavez.
Once años después, la marca castrense se extiende a lo largo de las
instituciones y reformas en todos los ámbitos de la nación (basta ver la
cantidad de funcionarios públicos de alto nivel que provienen de
sectores militares), principalmente en las Fuerzas Armadas.
El
tiempo nos dirá si en el futuro la sociedad venezolana se inclinará más
a repetir su herencia histórica de dominación militar, o se acercará a
proyectos civiles como los experimentados durante 1959-1999... solo
queda observar y participar en la construcción del camino.
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